No, no es que la profesora Trelawney nos haya puesto deberes de Adivinación. Es que tener sueños sobre el Campus (algunos normales, otros raros, otros directamente para encerrarte en San Mungo) suele ser tónica habitual, especialmente desde la época en que salen las preinscripciones. Y como creo recordar que alguno de esos sueños ya se describió en otros topics (o bien en el Facebook del Campus, o ambos), y puesto que anoche tuve yo uno, se me ha ocurrido la idea de recopilarlos aquí. Y así le damos vidilla al foro.
Mi sueño comenzaba en la cala arenosa de una isla, supuéstamente tropical a juzgar por la pinta. Yo estaba en una barca alejándome de la orilla como buenamente podía mientras intercambiaba disparos con pistolas de chispa con un individuo indeterminado que me apuntaba desde la playa. Finalmente alcancé una distancia segura y me encaminé a una cueva oculta en las rocas, donde me aguardaban otros dos piratas que estaban en mi bando.
Escalamos las rocas hasta alcanzar una posición desde donde podíamos espiar la playa y la entrada de la cala. No había ya ni rastro de mi enemigo (y de hecho ya no salía más), cuando vimos una comitiva de yates y lanchas a motor ¡que no era otra cosa que nuestro particular Expreso de Hogwarts! Por algún motivo la Casona se encontraba tierra adentro y los acampados iban por mar. Entonces yo decía algo como que no había podido ir con ellos y había tenido que ir por mi cuenta hasta la isla, pero que era mi momento de reincorporarme. Me despedía de los piratas, saltaba desde el risco y caía en la barca de los Slytherin mientras mi flamante túnica nueva ondeaba al viento (y era de las buenas, de las oficiales, no como la cutre de los chinos de e-bay que luzco en el Campus
)
Total, que llegamos a Hogwarts, y tras los abrazos y besos de reencuentro, conversamos y sale el tema de los regalos del amigo invisible. Uinem, dirigiéndose a mi por mi nombre muggle - cosa que me desconcertó, pues al principio no era consciente de que me hablaba a mi -, me preguntó si lo había traído hecho de casa o si lo iba a hacer durante el Campus. Y entonces me daba cuenta que me había dejado mi maleta (y el regalo) olvidados en Tenerife.
Mi sueño comenzaba en la cala arenosa de una isla, supuéstamente tropical a juzgar por la pinta. Yo estaba en una barca alejándome de la orilla como buenamente podía mientras intercambiaba disparos con pistolas de chispa con un individuo indeterminado que me apuntaba desde la playa. Finalmente alcancé una distancia segura y me encaminé a una cueva oculta en las rocas, donde me aguardaban otros dos piratas que estaban en mi bando.
Escalamos las rocas hasta alcanzar una posición desde donde podíamos espiar la playa y la entrada de la cala. No había ya ni rastro de mi enemigo (y de hecho ya no salía más), cuando vimos una comitiva de yates y lanchas a motor ¡que no era otra cosa que nuestro particular Expreso de Hogwarts! Por algún motivo la Casona se encontraba tierra adentro y los acampados iban por mar. Entonces yo decía algo como que no había podido ir con ellos y había tenido que ir por mi cuenta hasta la isla, pero que era mi momento de reincorporarme. Me despedía de los piratas, saltaba desde el risco y caía en la barca de los Slytherin mientras mi flamante túnica nueva ondeaba al viento (y era de las buenas, de las oficiales, no como la cutre de los chinos de e-bay que luzco en el Campus
)Total, que llegamos a Hogwarts, y tras los abrazos y besos de reencuentro, conversamos y sale el tema de los regalos del amigo invisible. Uinem, dirigiéndose a mi por mi nombre muggle - cosa que me desconcertó, pues al principio no era consciente de que me hablaba a mi -, me preguntó si lo había traído hecho de casa o si lo iba a hacer durante el Campus. Y entonces me daba cuenta que me había dejado mi maleta (y el regalo) olvidados en Tenerife.
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